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Mostrando entradas de diciembre, 2009

Brujas

No es casualidad que Brujas siempre esté incluida en esos tours que abarcan varias ciudades de Europa con el nombre “Ciudades de ensueño” o algo parecido, porque es realmente increíble. Fui el lunes aprovechando que casi todos los museos de Bruselas estaban cerrados y no era la única, todos los españoles (e italianos) que poblaban Bruselas viajaron conmigo. El viaje dura una hora solamente y a mitad de camino está Gent adonde no paré pero que también es muy lindo, según dicen. Ya el camino desde la estación hasta el centro es lindo. Las calles están rodeadas de casitas con frentes de ladrillo y cortinas de encaje en las ventanas. Cada tanto aparece una iglesia o una pequeña plaza y hasta los negocios son simpáticos. En la plaza central domina obviamente el Hôtel de Ville y Brujas tiene también el Belfort que es una torre altísima, creo que alguna vez fue prisión, desde donde se tienen unas vistas inmejorables de la ciudad. Eso sí, para disfrutarlas hay que subir 366 escalones y juro q

Bruselas

Fascinada por el Art nouveau y por la obra de arquitectos como Victor Horta , no dudé en venirme para Bruselas una vez que se terminó mi estadía en París y debo decir que me sorprendí. Ya me habían dicho que Bruselas había sido muy destruida y que sólo le quedaba un centro histórico bastante chico pero nunca imaginé que la ciudad me haría acordar más a Estados Unidos que a Europa. Parece Washington. En serio! Fuera del casco histórico tiene calles anchas con edificios modernos y anodinos, todo vidrio, grandes parques y hasta los barrios me recordaron a ciertas zonas de Washington o Boston con sus casas de ladrillo. Además acá hablan flamenco, los belgas, y turco (o algo así) todos los demás, porque está lleno de turcos. Esta situación me chocó y el primer día estuve totalmente perdida. Llegué al mediodía y me fui caminando hasta el hostel (paso por alto que en información me mandaron a una dirección errónea) pasando por sectores decididamente nuevos y barrios residenciales muy poco a

Diario de París VI

Comencé mi última semana en París con una reunión por la mañana y luego una visita al Museo de L'Orangerie donde me "sumergí" en los nenúfares de Monet . Dos salas ovaladas atesoran algunas de las obras más preciosas de ese gran pintor impresionista. El las hizo especialmente para ser exhibidas en un lugar de grandes dimensiones y en esas salas sencillas y con luz cenital parece que uno estuviera en un jardín. Son increíbles. El clima es cada vez más invernal pero yo no paré nunca de caminar. Por suerte estos días tengo las tardes libres así que me fui a los jardines de Luxemburgo , no son tan lindos en invierno, y después a la búsqueda de un edificio de Le Corbusier cerca de Place d'Italie (Plaza Italia, sí). No lo encontré pero si encontré el edificio de Le Monde de Christian Ponzamparc. El miércoles visité la Biblioteca Nacional que tiene unas salas de lectura realmente impresionantes, con estructura de hierro y bóvedas revestidas en cerámica. Luego decidí darme un

Diario de París V

El fin de semana lo dediqué a verdaderos paradigmas de distintas épocas. El sábado la Ville Savoye y el domingo Versalles. La Ville Savoye es quizás la obra más paradigmática de Le Corbusier en la que aplicó los cinco puntos clave de su arquitectura: los pilotes, la planta libre, la ventana corrida, el techo jardín, la fachada libre. En vivo y en directo… parece una maqueta! Es más chica de lo que yo pensaba pero igual es interesante y después de todo, uno le tiene cariño. Obviamente estaba llena de estudiantes de arquitectura y no poca gente había hecho el viaje de cuarenta minutos desde París hasta Poissy donde está la casa. Cuando volvía a París hice una escala en La Defense . Nunca me gustó mucho este barrio, aunque el edificio del Gran Arco me parece muy bueno, porque lo encuentro algo desordenado, es un conjunto de edificios dispuestos a ambos lados de una gran explanada sin un sentido evidente de organización. A ese desorden que, para mí, lo domina, se suma ahora un mercado de n

Diario de París IV

La segunda semana empezó con una visita a la Ciudad de la arquitectura y el patrimonio , en el Palais Chaillot, una especie de museo con dos secciones distintas. Una bastante extraña en la que se exhiben calcos, en escala 1:1, de partes de edificios patrimoniales de Francia, como portales de iglesias, esculturas, frontispicios, escaleras, pinturas murales, etc. Estos calcos fueron tomados desde el siglo XIX hasta antes de la segunda guerra y terminaron siendo útiles para realizar restauraciones luego de los daños causados por la guerra u otras causas. Más allá de lo insólito de esta idea, al menos para mí, la exposición es muy atrayente y didáctica. El otro sector del museo fue mucho más interesante para mí, se localiza en el segundo piso del edificio y está dedicada a la arquitectura desde fines del XIX a la actualidad con maquetas, planos originales, fotografías, films e incluso la reproducción en escala real de un departamento de la Unidad de habitación de Marsella, de Le Corbusier